La imagen personal es un tema de simetrías visuales,
las cuales bien aplicadas generan efectos positivos.
Es prioritario que exista armonía entre volumen – formas – movimientos -
sonidos - colores.
En cuanto a volumen-formas se refiere, no se deben
olvidar aspectos como: rasgos faciales y corporales, estos son rasgos no
electivos los cuales se deben tomar en cuenta en la creación de una imagen.
(altura, color de tez, antropometría, tipología)
El movimiento - sonido vienen de la mano a la hora de
querer comunicarnos para poder transmitir correctamente el mensaje. (Tono, timbre,
volumen, modulación)
El color se debe clasificar en cálido, frio, claro,
obscuro, intenso y apagado. Siempre teniendo en cuenta nuestro volumen-forma.
(colorimetría, cuatricomía del color etc.)
La correcta articulación de estos 5 elementos darán como resultado una imagen exitosa, con la que podremos lograr ser percibidos de forma coherente, cordial, empática, honesta,
confiable.
A continuación les
mencionaré algunos puntos a seguir para poder proyectar una buena imagen.
Las personas de tez
morena, deberán olvidarse de los colores cálidos y brillantes que van de
matices del rojo al amarillo, incluidos el naranja, algún rosa, marrones y
burdeos, Ya que estos crean saturación.
Las personas de estatura
baja, deberán evitar, levitas, formas redondeadas, pantalones con bastillas
anchas, estampados grandes o asimétricos, faldas o vestidos largos, vestidos
talle imperio y accesorios de gran volumen.
Las personas con exceso
de peso, deberán evitar, pantalones con pinzas, hombreras, colores muy
vivos o claros, faldas plisadas o tableadas, solapas anchas, botonaduras
cruzadas, rayas horizontales, pantalones pitillo, estampados grandes, brillos
excesivos y tejidos gruesos.
Es importante que recordemos que sin contenido no hay
imagen.